domingo, 29 de noviembre de 2009

ÉTICA ECOLÓGICA (III): LOS PEORES ENEMIGOS DEL PLANETA



AL VER EL VIDEO CREO QUE PODEMOS CONCLUIR QUE LOS PEORES ENEMIGOS DEL PLANETA SON:

1) QUIENES TIENEN PODER PARA TOMAR DECISIONES (QUE AFECTAN A MUCH@S) Y HACEN CASO OMISO DE SUS RESPONSABILIDADES (LA GRAN MAYORÍA).
2) TU PROPIO ESTILO DE VIDA.

SOBRE 1 ES MÁS DIFÍCIL ACTUAR (AUNQUE SEGURO QUE ALGO PODEMOS HACER), PERO SOBRE 2 SÍ QUE ESTÁ EN NUESTRAS MANOS PODER INTRODUCIR MÁS CAMBIOS. PENSÉMOSLO.

lunes, 23 de noviembre de 2009

25 NOVIEMBRE. DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO








VIOLENCIA DE GÉNERO: “TODO ACTO DE VIOLENCIA SEXISTA QUE TIENE COMO RESULTADO POSIBLE O REAL UN DAÑO DE NATURALEZA SEXUAL, FÍSICA O PSICOLÓGICA, INCLUYENDO LAS AMENAZAS, LA COERCIÓN O LA PRIVACIÓN ARBITRARIA DE LA LIBERTAD PARA LAS MUJERES, YA SE PRODUZCA EN LA VIDA PÚBLICA O PRIVADA.”

(Fuente: IV Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre las Mujeres, 1995)


“LA VIOLENCIA DE GÉNERO ES LA PRIMERA CAUSA DE PÉRDIDA DE AÑOS DE VIDA EN EL MUNDO ENTRE LAS MUJERES DE 15 A 44 AÑOS, POR ENCIMA DE LAS GUERRAS, LOS ACCIDENTES DE TRÁFICO O LOS DISTINTOS TIPOS DE CÁNCER.”

(Fuente: Organización Mundial de la Salud)

jueves, 5 de noviembre de 2009

ESTRUCTURA DE LA MENTE, SEGÚN FREUD (II): YO, ELLO Y SUPERYÓ






Freud, en su segunda teoría acerca de la estructura del aparato psíquico humano, distingue tres instancias fundamentales:

• El Ello (id) es la parte primitiva, desorganizada e innata de la personalidad. Comprende todo lo que se hereda o está presente al nacer, se presenta de forma pura en nuestro inconsciente. Representa nuestros impulsos, necesidades y deseos más elementales. Constituye, según Freud, el motor del pensamiento y el comportamiento humano. Opera de acuerdo con el principio del placer y al margen de las demandas de la realidad.

Decía Freud que el hombre se ve atenazado fundamentalmente por dos grandes fuerzas impulsivas y opuestas, a las que dio el nombre de Eros y Thanatos. La primera simbolizaba la fuerza de vida, el deseo, la atracción, la creación. Enfrente se encontraría irremediablemente de cara a Thanatos, o el instinto de muerte, de autodestrucción, de repulsión, de agresividad.

• El Yo (Ego): actúa como regulador entre las demandas del Ello y del Superyó. Se rige por el principio de realidad, satisfaciendo los impulsos y deseos del Ello conciliándolos con las exigencias del Superyó. El Yo evoluciona según la edad y las distintas exigencias del Ello actuando como un intermediario con el mundo externo, reprimiendo y sublimando los impulsos según la situación.

• El Superyó (Superego): es la parte que contrarresta al ello, representa los pensamientos morales y éticos recibidos de nuestra cultura. Se fue formando por la influencia de nuestros padres, cuidadores, creencias religiosas,… Constituye, por tanto, la internalización de las normas, reglas y prohibiciones que la sociedad nos impone.

El objetivo debe ser lograr el equilibrio más armonioso posible entre las tres dimensiones.

ESTRUCTURA DE LA MENTE, SEGÚN FREUD (I): CONSCIENTE, PRECONSCIENTE E INCONSCIENTE



Asumido el descubrimiento de una dimensión inconsciente en el hombre, Freud elabora un primer sistema para representar la mente humana. La mente o aparato psíquico está estructurado en tres regiones, niveles o lugares: consciente, preconsciente e inconsciente. Tres estratos o «tres provincias mentales» que indican la profundidad de los procesos psíquicos.

El nivel más periférico es el consciente, el lugar donde temporalmente se ponen las informaciones que reciben del mundo que nos rodea y las experiencias que vivimos. Pronto, las informaciones recibidas y las experiencias vividas pasan a un nivel más profundo, el preconsciente; con relativa facilidad podemos acceder a los contenidos mentales aquí almacenados. El nivel más profundo es el inconsciente y sus contenidos, difícilmente accesibles a la conciencia. Son vivencias traumáticas, informaciones reprimidas, aquello desagradable que no nos conviene recordar. En este marco, la represión tiene un papel muy activo; es como una energía o un esfuerzo que se ejerce a fin de evitar que contenidos desagradables penetren en el consciente. La represión es uno de los mecanismos de defensa que permite vivir manteniendo enterrado todo aquello que dificultaría la vida de la persona.

Las manifestaciones del inconsciente
Si bien el inconsciente no es observable, se manifiesta en determinados comportamientos. Se manifiesta en los sueños, escenificaciones imaginarias en las cuales se realizan nuestros deseos inconscientes y reprimidos; pero estas escenificaciones, -el contenido manifiesto del sueño-, se han de interpretar para acceder a su contenido no disfrazado, -el contenido latente. Los sueños son el «camino real» hacia el inconsciente.

El inconsciente se manifiesta también en los actos fallidos de nuestra vida cotidiana, o sea, en los errores que nos delatan, en los olvidos que nunca hubiéramos deseado. En la vida psíquica nada es casual, todo tiene una causa: no hay indeterminismo. También los chistes nos informan de nuestro inconsciente, son descargas psíquicas, pequeños actos de liberación de nuestras tensiones inconscientes.

Pero donde es más intensa y dolorosa la manifestación del inconsciente es en los trastornos mentales, especialmente los neuróticos. La neurosis es una enfermedad en la cual unos síntomas externos (temores, manías, gritos histéricos, dolores físicos, parálisis,…) son expresión de un conflicto interno que tiene su origen la historia infantil del paciente, cuando el niño sufre una lucha entre el deseo y su prohibición.

Los impulsos que hacen mover al ser humano
Se puede afirmar que el núcleo de la teoría psicoanalítica de Sigmund Freud gira en torno de la motivación humana, más concretamente, de la presencia de motivaciones inconscientes que determinan nuestras decisiones y nuestros actos. La palabra alemana que utilizó Freud para referirse a la motivación humana fue la palabra Trieb; aunque generalmente se ha traducido por 'instinto', su traducción más adecuada y precisa es 'pulsión'. Una pulsión es un impulso que no está fijado y determinado como lo está el instinto; la pulsión, a diferencia del instinto, es moldeable y flexible.

Si bien se ha dicho que para Freud la pulsión que hace mover fundamentalmente al ser humano es la sexualidad, y de aquí proviene la crítica de pansexualismo, esta expresión se ha de matizar. Preferentemente habla de una pulsión más amplía que la sexualidad y que llama líbido. «La líbido -dice- es una pulsión, una energía pulsional relacionada con todo aquello susceptible de ser comprendido bajo el nombre de amor, o sea, amor sexual, amor del individuo a sí mismo, amor materno y amor filial, la amistad, amor a la humanidad en general, a objetos y a ideas abstractas». Ahora bien, considera que todas estas tendencias o variantes constituyen la expresión sublimada del impulso de unión sexual.