Os invito a que leáis un DECÁLOGO PARA CREAR UN DELINCUENTE, que es un listado de consejos irónicos que invitan a la reflexión.
Y, ahora, repasa estos consejos y ten valor para comentarlos con tus padres, pues fueron pensados para adultos/padres:
1. Comience desde la infancia dándole todo cuanto desee: así crecerá convencido de que el mundo entero le debe todo y le pertenece.
2. Reídle todas sus groserías, tonterías y salidas de tono: así crecerá convencido de que es muy gracioso y no entenderá cuando en el colegio le llamen la atención por los mismos hechos.
3. No se preocupe por su educación ética o espiritual. Espere a que alcance la mayoría de edad para que pueda decidir libremente.
4. Nunca le regañe ni le diga que lo que hace está mal: podría adquirir complejos de culpabilidad y vivir frustrado; primero creerá que le tienen manía y más tarde se convencerá de que la culpa es de la sociedad.
5. Recoja todo lo que vaya dejando tirado: libros, zapatos, ropa, juguetes,… Así se acostumbrará a cargar la responsabilidad en los demás y crecerá pensando que todo el mundo está a su servicio.
6. Déjele ver y leer todo lo que caiga en sus manos. Cuide de que sus platos, cubiertos y vasos estén esterilizados, pero no se preocupe de que su mente se llene de basura. Inculcarle un buen criterio no importa.
7. Riña a menudo con su cónyuge en presencia del niño, así a él no le dolerá demasiado el día en que la familia, quizá por su propia conducta, quede destrozada para siempre.
8. Dele todo el dinero que quiera gastar. No vaya a sospechar que para disponer del mismo es necesario trabajar. Que piense que basta con pedir.
9. Satisfaga todos sus deseos, apetitos, comodidades y placeres. El sacrificio y la austeridad podrían producirle frustraciones. Que todos sus deseos estén satisfechos al instante,… ¡de otro modo podría acabar siendo un frustrado!
10. Dele siempre la razón: son los profesores, los vecinos, la gente, las leyes… quiénes la tienen tomada con él.
“Y cuando su hijo sea ya un delincuente, proclame que nunca pudo hacer nada por él”.
Por cierto, se me olvidó comentar que el libro del juez E. Calatayud está en la sección de Filosofía de la Biblioteca de nuestro centro para quien tenga interés en consultarlo en su totalidad. Gracias.
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